Querido blog, quiero disculparme por tener tanto tiempo sin escribir en ti. Usualmente me expreso en mi columna #EstáDicho sobre temas que considero más relevantes, pero la verdad, es que tal acción es muy esporádica. Han pasado más de dos años sin poner mis líneas en este lugar, que debería ser mi bitácora, en vez de un lugar selectivo de cosas trascendentales. Para eso hay otros medios como libros o revistas de investigación científica.
Me disculpo, pero no prometo ser tan recurrente – aunque debería -. El mundo ha dado muchas vueltas desde 2018. Han pasado tantas cosas que no pensé que vería y que sería redundante contar a estas alturas. La pandemia es la culminación de ese punto de inflexión que la tierra clamaba. He cambiado perspectivas, me he sentido más vulnerable, más humano… al punto más frágil, pero al mismo tiempo, más fuerte al llegar a mi extremo de incertidumbre, pérdida y dolor.
Me disculpo por no expresar todo lo que tenía adentro, pero ahora quiero ser más libre en ese sentido, mi estimado blog. Eres mi amigo, mi compañero fiel desde que inicié este proyecto de Ricardo Lo Dice en 2015 – ¡Vaya que el tiempo pasa rápido!-, en esa Venezuela de la tiranía convulsionada, del derramamiento de sangre patriótica en busca de libertades básicas.
Me disculpo por no escribir otras cosas que siento o que sueño en mi interior y no consulto contigo. Esas cosas que a veces se vuelven etéreas, se esfuman sin ningún tipo de contemplación hacia lo que pudo ser, hacia lo que pudieron convertirse. Son esos sueños o ideas que siento que no debería compartir contigo… y que terminan volviéndose niebla que se dispersa.
Querido blog, me quiero reconciliar contigo, quisiera no solo escribir sobre Política, que considero muy importante porque vivimos en esa Polis que necesita de distintos actores que la constituyan y que hagan escrutinio, tal como es mi caso como periodista. Pero también quiero expresar mis ideas críticas y/o creativas en videos, en letras, en cualquier forma de arte que puedas alojar, al igual que tus compañeras, las redes sociales. No te pongas celoso, recuerda que ellas me ayudan a impulsar lo que puedo “postear” en ti.
Blog fiel, compañero de sufrimientos, de vacíos, sueños, éxitos, premios y logros de este millennial venezolano. Déjame expresarte mi lado artístico, sensible… Yo sé que sabías que antes de ser periodista fui creativo, actor y productor… y siempre lo seré. Aunque consideré que esto podía ser incompatible con mi profesión en los medios. Sin embargo, al final de cuentas en las distintas facetas, soy comunicador. Para eso creé La Rouge Media, tampoco pienses que te suistuiré. Sabes que mis grandes pasiones y de las que he vivido a lo largo de mi vida en distintas etapas han sido el TEATRO, LA REALIZACIÓN AUDIOVISUAL y EL PERIODISMO.
Te propongo, mi estimado, que llevemos nuestro #EstáDicho y este blog, en general, a otro nivel, diverso como es el mundo… inclusivo, como debería ser. Ya sea una descarga personal, así como una opinión de política o arte, un producto audiovisual o cualquier otro elemento informativo, crítico o creativo, estoy seguro que tendrán cabida aquí.
Quiero agradecerte por este camino recorrido conmigo. Ahora es que viene lo mejor. Redimensionemos nuestra realidad, celebremos nuestra existencia, honremos a quienes han hecho impacto en mi vida, pero sobre todo, seamos FELICES. Ese es el único fin supremo de esta vida, una enseñanza que me dejó mi tío Ricardo y que atesoraré por siempre. En otro capítulo contigo hablaré de su legado, claro que sí.
Así pues, celebremos con una nueva imagen y evolucionemos. ¡Qué viva la vida que Dios nos da el privilegio de disfrutar cada día!